El jefe de Gobierno de la Ciudad, Jorge Macri, no se impacienta y espera para tomar una defición sobre el ministro de Desarrollo Económico, Roberto García Moritán. Su caso de sacude a la administración porteña. El ministro de Desarrollo Económico se resiste a dejar su puesto, pese a que afronta sus horas más complicadas, tanto por las derivaciones del escándalo mediático que provocó su separación de Carolina “Pampita” Ardohain, como de la denuncia judicial por la supuesta contratación irregular de 384 empleados en su cartera.
Pese a que esperaba un gesto de Moritán para descomprimir, el jefe porteño decidió sostenerlo en el cargo y dilata su salida. En la cúpula del gobierno porteño deslizan que la situación de Moritán es irreversible, pero decidieron demorar una definición política. Como el ministro dio señales de que está dispuesto a atrincherarse, Jorge Macri y sus consejeros optan por calibrar la presión y esperar a que decante su desplazamiento.
En Uspallata reconocen que necesitan encapsular el escándalo para reducir costos políticos. Son momentos en que el jefe porteño requiere exhibir resultados, sobre todo, por los números alarmantes en las encuestas y la amenaza latente de los Milei de gestar un armado propio para arrebatarle la Ciudad a Pro en 2027. |