La izquierda ya empezó a mover sus fichas con vistas a las elecciones del año próximo. Es una certeza que se desprende de los movimientos de los dos socios fundadores del Frente de Izquierda-Unidad (FIT-U): el Partido Obrero (PO) y el Partido de los Trabajadores Socialistas (PTS). Ambos espacios plasmaron sus estrategias en sendos congresos partidarios, cuyas conclusiones avivaron los debates al interior de la coalición, de la que también forman parte Izquierda Socialista (IS) y el Movimiento Socialista de los Trabajadores (MST).
Sucede que, tras integrar la fórmula presidencial en las dos últimas elecciones, el nombre de Nicolás del Caño no figurará de la boleta del FIT-U en 2023. Esta vez, el PTS postulará a los diputados nacionales Myriam Bregman y Alejandro Vilca, según lo definieron el mes pasado en su cónclave partidario.
El lanzamiento adelantado motivó al resto de los integrantes de la coalición a salir al cruce del anuncio por considerarlo inoportuno y electoralista. “El gobierno y la oposición quieren no hacer olas y llevar todo el debate sobre la crisis nacional a las elecciones”, sostuvo el líder del Polo Obrero, Eduardo Belliboni, quien califica la precandidatura del binomio Bregman-Vilca de “funcional” a ese operativo.
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